UNA INDUSTRIA OLVIDADA EN EL TIEMPO: EL OBRAJE DE
AÑIL DE LAS RUEDAS, IPALA, CHIQUIMULA
Yvonne Putzeys, Yoni Lemus y Henry Pérez
Escuela de Historia
Universidad de San Carlos de Guatemala
Introducción:
El añil es el nombre común de un género de arbustos perennes o hierbas vivaces, de talle derecho y hojas compuestas. Proviene de la Familia de las papilionáceas (Fabáceas -Fabaceae-) que tiene alrededor de 700 especies, en su mayor parte nativas de las regiones tropicales. Sus hojas son compuestas y las flores son de color púrpura, rosa o blanco espiga o racimo y fruto leguminoso en vaina arqueada. Varias especies asiáticas contienen el glucósido indicán, género Indigófera, que por oxidación rinde el colorante índigo. (Enciclopedia Multimedia Carozzi, España 2003)
En América es nativa la Indigoferia tinctoria, de la que se obtiene una pasta de color azul oscuro que se saca, por maceración en agua, de los tallos y hojas de esta planta. De color azul profundo y muy permanente, el índigo tuvo gran importancia en las antiguas civilizaciones india, egipcia y romana. Se introdujo en Europa en el siglo XVI. (Biblioteca de Consulta Microsoft Encarta 2005)A ese respecto, vale citar una referencia acerca del añil producido en Guatemala, que data del siglo XIX: “En Egipto, en el Japón, en la China, en las Indias, en Madagascar y en las colonias de América se cultiva particularmente el índigo, indigofera tinctoria, cuyo añil es menos estimado pero más abundante. El indigofera disperma, que se cultiva en Guatemala, es mucho mayor, mas leñoso y de añil mas estimado; y por último, el indigofera argenta que produce muy poco, pero de una calidad superior á los demás”. (La Química Enseñada en Veinte y Seis Lecciones, 1830:332)
Cultivo y Producción:
El añil o xiquilite es un arbusto de hoja perenne de 0.90 hasta 1.80 m. de alto, que crece rápido en suelo bien drenado. En estado silvestre se halla en las sabanas tropicales y alo largo de los bancos de los ríos. Por eso las primeras plantaciones se hicieron en esta clase de suelo o en pendientes suaves, donde el drenaje natural proporcionaba buenas condiciones. Por lo general, las semillas se diseminaban en suelos recién quemados. La mejor época para sembrarlo era después de los dos o tres primeros aguaceros (en Abril o Mayo). Una vez sembrado se soltaba el ganado para que enterrara la semilla y cortara la hierba sobrante, para esta tarea se preferían los caballos y las mulas, porque pacen separadamente. Cuando la planta alcanzaba los 0.30 m de altura, se deshierbaba cuidadosamente. Después ya no eran necesarios más cuidados. (Rubio, M. 1952: 21)
Se empezaba a cortar cuando la planta tenía seis meses, aunque los resultados eran mejores si se esperaba dos o tres años. la cosecha se hacía una vez al año, en Julio. Aunque el tinte se encuentra concentrado en las hojas, durante el apogeo de su comercialización, la ambición llevó a los productores a cortar también los retoños, los tallos y las ramas.
La extracción del añil natural a partir del xiquilite es un proceso fisicoquímico que se realizaba en el obraje y que sigue los siguientes pasos:
AÑIL DE LAS RUEDAS, IPALA, CHIQUIMULA
Yvonne Putzeys, Yoni Lemus y Henry Pérez
Escuela de Historia
Universidad de San Carlos de Guatemala
Introducción:
El añil es el nombre común de un género de arbustos perennes o hierbas vivaces, de talle derecho y hojas compuestas. Proviene de la Familia de las papilionáceas (Fabáceas -Fabaceae-) que tiene alrededor de 700 especies, en su mayor parte nativas de las regiones tropicales. Sus hojas son compuestas y las flores son de color púrpura, rosa o blanco espiga o racimo y fruto leguminoso en vaina arqueada. Varias especies asiáticas contienen el glucósido indicán, género Indigófera, que por oxidación rinde el colorante índigo. (Enciclopedia Multimedia Carozzi, España 2003)
En América es nativa la Indigoferia tinctoria, de la que se obtiene una pasta de color azul oscuro que se saca, por maceración en agua, de los tallos y hojas de esta planta. De color azul profundo y muy permanente, el índigo tuvo gran importancia en las antiguas civilizaciones india, egipcia y romana. Se introdujo en Europa en el siglo XVI. (Biblioteca de Consulta Microsoft Encarta 2005)A ese respecto, vale citar una referencia acerca del añil producido en Guatemala, que data del siglo XIX: “En Egipto, en el Japón, en la China, en las Indias, en Madagascar y en las colonias de América se cultiva particularmente el índigo, indigofera tinctoria, cuyo añil es menos estimado pero más abundante. El indigofera disperma, que se cultiva en Guatemala, es mucho mayor, mas leñoso y de añil mas estimado; y por último, el indigofera argenta que produce muy poco, pero de una calidad superior á los demás”. (La Química Enseñada en Veinte y Seis Lecciones, 1830:332)
Cultivo y Producción:
El añil o xiquilite es un arbusto de hoja perenne de 0.90 hasta 1.80 m. de alto, que crece rápido en suelo bien drenado. En estado silvestre se halla en las sabanas tropicales y alo largo de los bancos de los ríos. Por eso las primeras plantaciones se hicieron en esta clase de suelo o en pendientes suaves, donde el drenaje natural proporcionaba buenas condiciones. Por lo general, las semillas se diseminaban en suelos recién quemados. La mejor época para sembrarlo era después de los dos o tres primeros aguaceros (en Abril o Mayo). Una vez sembrado se soltaba el ganado para que enterrara la semilla y cortara la hierba sobrante, para esta tarea se preferían los caballos y las mulas, porque pacen separadamente. Cuando la planta alcanzaba los 0.30 m de altura, se deshierbaba cuidadosamente. Después ya no eran necesarios más cuidados. (Rubio, M. 1952: 21)
Se empezaba a cortar cuando la planta tenía seis meses, aunque los resultados eran mejores si se esperaba dos o tres años. la cosecha se hacía una vez al año, en Julio. Aunque el tinte se encuentra concentrado en las hojas, durante el apogeo de su comercialización, la ambición llevó a los productores a cortar también los retoños, los tallos y las ramas.
La extracción del añil natural a partir del xiquilite es un proceso fisicoquímico que se realizaba en el obraje y que sigue los siguientes pasos:
Una vez se habían realizado estos seis pasos, el añil estaba listo y podía ser envuelto en tuzas (hojas secas de milpa) y empaquetado en canastos o costales, transportarlo en carretas para su comercialización y exportación.
Al respecto de la producción en las haciendas coloniales, hace una descripción detallada, Antonio Vázquez de Espinosa en 1629, basado en las descripciones de Ordenanzas de 1610, en que se dicta la reglamentación del cultivo y beneficio del añil en el Reino de Guatemala, detalla el proceso de producción en sus líneas más generales:
“Para hacer la tinta añil tienen unas pilas en los obrages, a modo de lagares, en los quales echan 200, 300 o 400 cargas de esta yerba, o Xiquilite, conforme son, y estando la tal pila llena de esta yerba, o Xiquilite, que de ordinario está cerca de algún Rio, arroyo o asequia, la llenan de agua y le echan algunos maderos, o pezo para que la yerba esté toda cubierta de agua, al modo de lino, o cañamo, y la tienen en remojo 24 oras, algo mas, o menos, conforme son las aguas gruezas o delgadas y quando les parece a los que la benefician que está buena y tiene el punto que a menester, quitan el vitoque que tiene la tal pila para que toda aquella agua salga y cayga en otra pila más honda, que está junto a la del remojo, donde ay una rueda y artificio de agua, o fuerza de una cabalgadura, que va vatiendo aquella agua, que con el movimiento de la rueda levanta grande espuma amarilla con visoso azules y quando los que la benefician les parece que tiene su punto y zasson ya toda la espuma, y toma color, cessa la rueda de andar y dexan de vatirla, porque no se pase de punto, sosiegasse el agua, asentada la tinta avaxo, destapan otro vitoque que tiene el pilón donde está la tinta, sale el agua y queda la tinta en el suelo del pilón a modo de lama, de donde la cogen y echan unos pedazos de lienzo crudo o melinge que llaman coladores, donde la tienen hasta que ha escurrido el agua, y luego hazen de ella panes , y los pone en tablas al sol, que se cure , y seque, y a los 4 o seis dias de sol queda seca y buena, de donde la echan en costales, surrones y caxones y no ser toda la tinta igual es por no asertar a darle el punto, porque una se pasa dél y otra no llega, y desta suerte se beneficia y haze el añil. De cien cargas de esta yerba Xiquilite, cada carga de tres hazes, se sacan de ordinario cien libras, que es un quintal, algo mas o menos, conforme es. De 20 quintales de esta tierra se da uno de diezmo.” (gabrielbernat.net)
Al respecto de la producción en las haciendas coloniales, hace una descripción detallada, Antonio Vázquez de Espinosa en 1629, basado en las descripciones de Ordenanzas de 1610, en que se dicta la reglamentación del cultivo y beneficio del añil en el Reino de Guatemala, detalla el proceso de producción en sus líneas más generales:
“Para hacer la tinta añil tienen unas pilas en los obrages, a modo de lagares, en los quales echan 200, 300 o 400 cargas de esta yerba, o Xiquilite, conforme son, y estando la tal pila llena de esta yerba, o Xiquilite, que de ordinario está cerca de algún Rio, arroyo o asequia, la llenan de agua y le echan algunos maderos, o pezo para que la yerba esté toda cubierta de agua, al modo de lino, o cañamo, y la tienen en remojo 24 oras, algo mas, o menos, conforme son las aguas gruezas o delgadas y quando les parece a los que la benefician que está buena y tiene el punto que a menester, quitan el vitoque que tiene la tal pila para que toda aquella agua salga y cayga en otra pila más honda, que está junto a la del remojo, donde ay una rueda y artificio de agua, o fuerza de una cabalgadura, que va vatiendo aquella agua, que con el movimiento de la rueda levanta grande espuma amarilla con visoso azules y quando los que la benefician les parece que tiene su punto y zasson ya toda la espuma, y toma color, cessa la rueda de andar y dexan de vatirla, porque no se pase de punto, sosiegasse el agua, asentada la tinta avaxo, destapan otro vitoque que tiene el pilón donde está la tinta, sale el agua y queda la tinta en el suelo del pilón a modo de lama, de donde la cogen y echan unos pedazos de lienzo crudo o melinge que llaman coladores, donde la tienen hasta que ha escurrido el agua, y luego hazen de ella panes , y los pone en tablas al sol, que se cure , y seque, y a los 4 o seis dias de sol queda seca y buena, de donde la echan en costales, surrones y caxones y no ser toda la tinta igual es por no asertar a darle el punto, porque una se pasa dél y otra no llega, y desta suerte se beneficia y haze el añil. De cien cargas de esta yerba Xiquilite, cada carga de tres hazes, se sacan de ordinario cien libras, que es un quintal, algo mas o menos, conforme es. De 20 quintales de esta tierra se da uno de diezmo.” (gabrielbernat.net)
Fot. 1 Plantación de añil y procesado en el Siglo XVIII (Tomado de gabrielbernat.net)
Ubicación e Historial de Producción:
Hoy en día, Las Ruedas es el nombre de un cerro y de un caserío pertenecientes al municipio de Ipala en el departamento de Chiquimula y aunque hace más de cincuenta años es utilizada el área de propiedad privada, como potreros para ganado bovino y siembra de milpa de consumo, durante al menos un siglo fue el escenario de extensos cultivos de añil, xiquilite o jiquilite, como producto de exportación. Hoy en día dichos terrenos están divididos entre varios propietarios particulares, pero hasta la primera mitad del siglo XX, toda el área formaba parte de una gran finca de nombre San Julián, cuyos últimos propietarios conocidos fueron Carlota y Abraham Alarcón. (Israel Lemus, Comunicación personal 2009).
Antes de ellos, la finca o hacienda fue propiedad de la familia Cerna, en especial del laureado poeta Ismael Cerna, hermano del expresidente Vicente Cerna, quien a causa de los constantes problemas políticos y económicos que afectaban al país, con la llegada del gobierno de los liberales al mando de Miguel García Granados y Justo Rufino Barrios en 1871, tuvo que huir hacia El Salvador, dejando abandonadas sus tierras con toda la maquinaria y equipo de producción. (Tobar, P. 2004:120 y Juan José Morales, comunicación personal 2009)
Fig. 1 Croquis de Las Ruedas, Ipala (Dibujo Y. Lemus)
Resabios de esa antigua producción, lo constituyen los mismos nombres de las aldeas Las Ruedas y El Obraje, así como el caserío La Pila, todos en el municipio de Ipala, en el primero de los cuales aún persisten las ruinas de la que fuera en su momento la Casa principal o patronal de la hacienda, residencia de Ismael Cerna. (Juan José Morales, comunicación personal 2009). En el caso particular de Las Ruedas, el nombre alude a las dos ruedas de funcionamiento hidráulico, (actualmente desaparecidas, una con seguridad sustraída/destruida) llamadas también de paletas, para el riego de cultivos y proveer el agua por gravedad, necesaria durante el proceso de remojo, cocimiento y batido del añil.
Desde la época prehispánica, era habitual su uso y conocidas sus propiedades como tinte, así como medicinales y cosméticas, en esa época se usaban no solo vasijas, sino también bateas o canoas, fueron los españoles quienes introdujeron la forma “industrial” para extracción del colorante, en la que se emplearon pilas o pilones hechos de mampostería, las que estaban enclavadas en lugares abiertos, a los que se llamó obrajes. En esta nueva industria, los hombres sustituyeron a las palas de madera para mover las hojas y ramas de la planta de añil y el agua era vertida con presión. Los trabajadores entraban en la pila, debían mover el agua y permanecer adentro durante muchas horas, no importando las inclemencias del tiempo. (Rubio, Op. Cit,: 20)
El obraje se componía de un juego de varias pilas, dependiendo del tamaño de la industria, algunas comunicadas entre sí, más uno o dos depósitos donde se daba la parte final del proceso de obtención del colorante (filtración y purificación). De acuerdo al volumen de producción que manejaban y sus características particulares, existían los siguientes obrajes:
• Obrajes de Pilón: constituidos por una sola pila muy grande.
• Obrajes Reales: son estructuras que constan de tres pilas en grada; de este tipo eran la mayoría y sus vestigios son los más comunes, aunque en muy mal estado de conservación.
• Obrajes Hidráulicos: correspondientes a las grandes haciendas añileras; son complejos que tenían de cinco a siete pilas de tamaño considerable, así como una canaleta para la rueda hidráulica. (Batres, Op. Cit., 6)
Fot. 2 Vista del dique de contención y Fig. 2 Pilas o tanques en área de
canal de riego en Las Ruedas producción del obraje (Dibujo Y. Lemus)
El obraje de las Ruedas fue pues un obraje hidráulico, no sólo debido a la existencia de al menos dos ruedas para alcanzar el mayor volumen de producción, sino también por la presencia de aproximadamente ocho tanques o pilas para las diferentes fases del proceso de producción del añil. La mayoría de estas pilas se encuentran hasta el día de hoy, en mal estado de conservación, semienterradas o colapsadas, pero son visibles con claridad seis y las otras dos están casi enterradas, por lo que es muy difícil apreciarlas con detalle. Sin embargo, fue posible medir las dimensiones de al menos tres de las visibles, así como realizar un registro fotográfico de las mismas. La medida promedio oscila entre los 5.0 m. de ancho por 8.0 m. de largo, con pocas variantes.
Según citan a Charles Wisdom, Batres y demás autores (Batres, Op. Cit. 6), durante la Colonia, los obrajes estaban construidos de mampostería o cal y canto, es decir de ladrillo, piedra y argamasa. Sin embargo, hace referencia a una variedad, probablemente local, en la que se cavaban en el suelo dos agujeros rectangulares paralelos pero separados por una delgada capa de tierra con un agujero o bitoquera que los comunicaba, éstos se recubrían en el interior con arcilla fresca que luego se secaba la sol, con el inconveniente adicional, que en cada uso debía de repellarse de nuevo, pues se desgastaba con suma facilidad.
Las pilas de Las Ruedas, están construidas principalmente de cal y canto, desconociéndose por el momento las características particulares del interior de las mismas, ya que por su condición actual, eso implicaría la realización de excavaciones arqueológicas en una profundidad aproximada de 1.0 m. a 1.40 m., aunque sí es evidente su buena fábrica, hecha con materiales resistentes al intemperismo y daños fortuitos o intencionales sufridos.
Fot. 3 Pilas de procesamiento en el obraje de añil las Ruedas
CONCLUSIONES:
Más que conclusiones de este trabajo, puede decirse que se presentan desafíos por continuar el mismo, debido a la cantidad, importancia y estado de conservación de los vestigios arqueológicos existentes en el área de Las Ruedas. La historia local se presenta como un rompecabezas, del cual las piezas se encuentran regadas no sólo en Ipala, Chiquimula, sino también en San Luis Jilotepeque, Jalapa y otros municipios de lo que en su momento (siglos XVI, XVII y parte del XVIII) conformó el gran Partido de Chiquimula de la Sierra.
Aunque con anterioridad en el país, se han realizado investigaciones acerca de lo que representó el añil para la economía del país durante la época colonial, es opinión de los suscritos que aún falta mucho por hacer, pues los trabajos se han enmarcado en la investigación bibliográfica, sin profundizar en la evidencia física que es numerosa y que refleja con claridad la trascendencia de los obrajes.
En este caso particular de Las Ruedas, se considera muy grande, no sólo por las dimensiones de la planta de producción, los extensos campos de cultivo, sino la construcción de un camino empedrado, para el mejor tránsito de las carretas de bueyes que sacaban el producto para su comercialización y exportación. Dicho camino adquiere en algunos tramos casi el ancho de una carretera, pues abarca desde los 3.0 m. hasta los 8.0 m. aproximadamente, alcanzando casi los dos kilómetros de largo, lo que la hace una obra de infraestructura mayor, directamente relacionada al obraje de añil y constituye un claro indicativo del papel que este producto tenía no sólo durante la Colonia, sino durante las primeras década de vida independiente en Guatemala.
Para finalizar es necesario puntualizar, que con la caída del mercado de exportación internacional para el añil a mediados del siglo XIX, aunado a la inestabilidad del país en esa época, la enorme propiedad se dividió y de algunas partes se formaron varias aldeas a su alrededor, como lo fueron Cruz de Villeda, el Obraje San Isidro, Jicamapa y otros caseríos. Además se aprovecharon algunas de las instalaciones para transformar el obraje en trapiche de caña, pero es se espera sea un trabajo posterior a realizar en un plazo cercano y con mayor extensión.
Fot. 4 Camino de piedra para carretas de
bueyes, construido para transportar el añil
BIBLIOGRAFIA:
Anónimo
1830 La Química Enseñada en Veinte y Seis Lecciones. Obra traducida al castellano de la nona edición inglesa y de la cuarta francesa por la V. de D. A. Roca, Impresor de Cámara de S. M., Barcelona, España (Google, versión electrónica de la Universidad Complutense de Madrid)
Batres, C., L. de Batres, M. Garnica, R. Martínez y R. Valle.
2005 Las Evidencias De La Industria Del Añil En La Cuenca Copán-Ch’orti’. “XIX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala” MNAE
Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® 2005 © 1993-2004 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.
Chinchilla Aguilar Ernesto
2004 Puak: Historia Económica De Guatemala. Editado por, Rosa Helena Chinchilla. Academia de Geografía e Historia, Guatemala.
Enciclopedia Multimedia Interactiva Carozzi. España 2003.
Mayer Fritz
S.f. La Química De Las Materias Colorantes Naturales, Constitución, Propiedades Y Correlaciones Biológicas De Los Pigmentos Naturales Importantes. España. Aguilar S A Ediciones. Versión española de Manuel Sanz Muñoz. 400 pp.
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Rubio Sánchez Manuel
1952 El Añil o Xiquilite. Anales de la Sociedad de Geografía e Historia Año XXVI. Guatemala. Tomo XXVI. Números 3 y 4.
Tobar Cruz, Pedro.
2004 Ensayo Socio-histórico de las rebeliones en el oriente de Guatemala Durante el siglo XIX. Departamento de Estudios e Investigaciones Históricas, Antropológicas y Arqueológicas, Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural, Ministerio de Cultura y Deportes. Publicación Extraordinaria, Serie: Historia. Guatemala
Varios
S.f. Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana. Tomo V, Editores; Hijos
Wagner, Regina.
2009 Industria, Comercio y sus Asociaciones En Guatemala, 17931960.
Documento PDF, Articulo electrónico en asociaciones comerciales en
Guatemala en red.
Sitios en red: gabrielbernat.net, yingyangperu.com y freshplaza.es

